En las personas, unos de los principales vestigios del envejecimiento son las canas, las líneas de expresión, la flacidez de la piel y por supuesto, el hundimiento o la caída de los párpados.
Aunque dichas secuelas del tiempo son visibles tanto en hombres como en mujeres, ellas suelen librar una batalla más fuerte en este campo. Necesitan verse bien y seguir una hábitos saludables más específicos. Y para ello, en ocasiones optan por practicarse una cirugía de párpados.
Cirugía de parpados: ¿en qué consiste esta técnica?
El término médico es “blefaroplastia” y según la Asociación Internacional de Cirugía Plástica Estética, es una de las más demandadas por mujeres con edades comprendidas entre los 45 y los 60 años.
Los cirujanos aseguran que es un procedimiento quirúrgico no invasivo que consiste en extirpar la piel excedente o colgante, así como las bolsas de grasa de los párpados, para devolverle al rostro su vitalidad y eliminar por completo la apariencia de una tez cansada y deteriorada.
La cirugía de párpados suele ser ambulatoria y el proceso de recuperación toma entre 10 a 15 días aproximadamente. Destaca que la fase post operatoria es tan vital como la misma intervención, pues de ella dependerá su éxito o desenlace. Para la intervención, elige la clínica que te ofrezca garantías mínimas.
Cirugía de párpados: ¿con qué problemas puedes encontrarte?
Cuando se incumplen las prescripciones médicas relativas al periodo de reposo pueden presentarse complicaciones que amenazan el resultado final. Conoce los problemas más comunes tras la cirguía de párpados:
Sequedad en los ojos
En caso de que se extirpe mucha piel, el paciente corre el riesgo de no cerrar completamente el ojo, lo cual origina una irritación muy molesta porque éste tiende a secarse excesivamente por la falta de parpadeo y lubricación. A largo plazo, esta anomalía puede causar ulceraciones en la córnea y una disminución paulatina de la agudeza visual.
Formación de quistes
Los quistes suelen aparecer 30 días después de la cirugía y se derivan de la opresión de alguna glándula durante la intervención, o también por la formación de una herida en el área. Su forma y tamaño puede aumentar considerablemente, convirtiéndose en una lesión muy dolorosa e incómoda para el paciente ya que dificulta su visión.
Por ello es importante mantener un aseo diario apropiado en la zona intervenida, seguir las indicaciones del especialista y asistir a los chequeos pautados para retirar los puntos, evaluar el tejido cicatrizante y advertir cualquier complicación que pudiese suscitarse.
Doble visión
Aunque los cirujanos advierten que este síntoma es poco frecuente, existe una pequeña posibilidad de experimentarlo si el paciente sufre de alguna hemorragia. Principalmente por un aumento de la tensión ocular. Sin embargo, la visión doble tiende a desaparecer en un par de días, de modo que no es algo grave o alarmante.
Inflamación o hematomas prolongado
Es de esperar que al retirar el exceso de piel, músculo y grasa de los párpados se produzca una inflamación de los mismos, y se evidencien hematomas verdes o azulados en el área circundante. Pero si estos no desaparecen naturalmente en menos de 20 días, será necesario tomar medidas para contrarrestarlos.
Si esto sucede se recomienda aplicar compresas frías con regularidad, evitando el contacto directo con los párpados para no lastimar las incisiones. El paciente debe estar atento a estas, o a cualquier otra señal de que algo anda mal.
Si por algún motivo siente que su post operatorio se está complicando, debe acudir a su médico inmediatamente y seguir al pie de la letra las instrucciones que le ha dado.
No obstante, la blefaroplastia es una de las cirugías con menos riesgos en la actualidad, y a su vez, una de las más demandadas por las mujeres mayores; siendo superada únicamente por el aumento de mamas.