La nutrición ortomolecular puede definirse como la alimentación a través de una aceptación óptima celular. Y es que se encarga de ajustar a nivel bioquímico el organismo mediante la obtención de sus nutrientes. Sin embargo, en algunos casos, la nutrición orteomolecular puede resultar contraproducente e incluso se ha determinado que esta dieta es un peligro para la salud.
En busca del equilibrio
El método ortomolecular se encarga de estudiar en qué aspectos el cuerpo tiene deficiencias y atenderlas. Se utiliza para tratar el sobrepeso, problemas de alimentación, o equilibrar la salud en personas que sufren alguna patología o disfunción en su organismo.
Los nutricionistas ortomoleculares pretenden hacer la base de un sistema integral en el que ante todo se re-equilibra bioquímicamente en el organismo, con la finalidad máxima de llevarlo a su punto de funcionamiento óptimo como medida principal de prevención y atención inmediata a frenar cualquier posible desarrollo de alguna enfermedad.
Se basan en los estudios de la bioquímica corporal para determinar en qué aspecto el cuerpo presenta deficiencias, y educar al paciente para que conozca los alimentos que debe ingerir para sustentar esa falta.
También se centra en la reparación celular de los tejidos y el impulso para regenerar el organismo, esto es posible a través de la ingesta de sustancias naturales, más conocidas como “suplementos”.
Estas sustancias no son sino las mismas que el organismo utiliza y genera por sí mismo de forma completamente natural para llevar a cabo todas sus funciones, desde enzimáticas hasta hormonales.
Muchas veces el cuerpo presenta deficiencia de ellas -prácticamente de forma crónica- debido a numerosos factores influyentes como: una alimentación desequilibrada, el nivel de estrés soportado, estilo de vida sedentario o extremadamente activo, salud mental, equilibrio emocional, contaminación, entre otros.
Tomando en cuenta dichos factores se puede medir en qué grado es necesaria la nutrición ortomolecular para mejorar la salud con un gran porcentaje de éxito.
Un brusco cambio de vida
Sin embargo, la nutrición ortomolecular exige transformar el estilo de vida para suplir de manera exitosa las deficiencias, y es allí donde no dispone de mucho apoyo, pues muchas personas pueden encontrarse con resultados contraproducentes al verse obligados a cambiar su forma de vida por su salud.
En estos casos en que la ciencia ortomolecular es adversa a la salud, los pacientes padecen de una patología que requiere de un tratamiento y este le pide al paciente seguir un estilo de vida diferente al que ya está acostumbrado.
Una alimentación diferente, comer de una manera más provechosa y hacer ciertas actividades que resultan beneficiosas para la salud, puede chocar con la forma anterior de vivir del paciente, ya que muchas de estas personas se ven en el dilema de cómo llevar una vida saludable al mismo tiempo que quieren lograr sus objetivos.
Es allí donde se genera el estrés, un factor contraproducente que la misma ciencia ortomolecular intenta evitar dentro de sus tratamientos, pero el hecho de seguir el tratamiento al pie de la letra puede ocasionar vivir muy diferente a como el paciente o la persona que busca este tratamiento se imagina.
La recomendable es que se deben medir ciertos aspectos para lograr un equilibrio entre el tratamiento y la salud mental del paciente, a fin de poder seguir un estilo de vida saludable sin tener que limitarse o estresarse por la alimentación o la patología que este pueda sufrir.
Re-equilibrar, reeducar y prevenir son los fundamentos de la ciencia que cada día avanza en sus aplicaciones y estudios. Aún así es necesario conocer sus pros y contras, ya que puede convertirse en un método perjudicial para la salud, sobre todo la salud mental.